Ya no se llevan las pieles.
El hombre puede protegerse de las fuerzas naturales a través de los fetiches, medio del que supuestamente dispone para actuar sobre los elementos que no es capaz de controlar. Era considerado para los evolucionistas del siglo XIX como Auguste Comte o Edward Burnett Tylor como uno de los más primitivos estadios religiosos del hombre.1 En el Antiguo Egipto, el fetichismo religioso de objetos inanimados está considerado como la forma más antigua frente a las veneraciones posteriores de las formas animales (zoolatría) o humanas.2
-Con este breve fragmento de texto solo quiero hacer una reflexión sobre como la gran revolución religiosa hacia el hombre evolucionó de la adoración de totems animales a la adoración de totems humanos-.
El artículo completo aquí.
El hombre puede protegerse de las fuerzas naturales a través de los fetiches, medio del que supuestamente dispone para actuar sobre los elementos que no es capaz de controlar. Era considerado para los evolucionistas del siglo XIX como Auguste Comte o Edward Burnett Tylor como uno de los más primitivos estadios religiosos del hombre.1 En el Antiguo Egipto, el fetichismo religioso de objetos inanimados está considerado como la forma más antigua frente a las veneraciones posteriores de las formas animales (zoolatría) o humanas.2
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